Las plantas traen la naturaleza a nuestros hogares, un toque verde que llena de alegría y color cualquier estancia. Se dice que pueden incluso mejorar nuestro estado de ánimo y la calidad del aire en nuestra vivienda.
Es cierto que “cada maestrillo tiene su librillo”, pero aquí te muestro los 8 consejos esenciales para cuidar de tus plantas de interior y mantenerlas fuertes y saludables ⬇
1. Elige tus plantas de interior en función de sus requisitos de luz.
Las plantas varían en sus necesidades lumínicas. Algunas prefieren la luz fuerte que entra a través de una ventana orientada al sur. Otras pueden prosperar con la suave luz de la mañana de una ventana que da al este. La distancia desde la ventana, afectará a la potencia y calidad de la luz. Además, la intensidad de la luz también varía según las estaciones.
Una cosa está clara: todas las plantas de interior funcionan mejor con algo de luz del exterior. Algunas necesitan menos luz que otras, pero cuanto mejor se les proporcione las condiciones de luminosidad que necesitan, más felices y sanas estarán.

Tus plantas también te dirán si reciben demasiada o muy poca luz. Demasiada luz, generalmente hace que el follaje se torne de un verde opaco a amarillento, incluso aunque la planta reciba suficiente agua, las hojas también pueden marchitarse. Si las plantas no obtienen la luz que necesitan, los tallos se verán débiles y delgados, y las hojas se pondrán amarillas y caerán pronto.
Una buena idea es considerar el uso de algún tipo de luz adicional. Personalmente utilizo esta bombilla de espectro completo (Ver en Amazon) como complemento para mejorar la iluminación de mis plantas y he obtenido fantásticos resultados.
2. Elige el recipiente adecuado.
Es importante considerar el tamaño, el material e incluso el color de la maceta o recipiente. La elección la haremos basándonos en criterios funcionales y estéticos, eligiendo aquellos colores y materiales que más encajen con la decoración de nuestra estancia, terraza o balcón.
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Asegúrate de que la maceta que elijas tiene al menos un agujero de drenaje. Esto es muy importante para que la planta elimine el exceso de agua durante el riego.
Las macetas de arcilla, al ser de un material muy poroso, permiten una mejor aireación de las raíces de la planta y evaporación de la humedad.
3. Utiliza tierra de buena calidad.

Un buen sustrato para plantas de interior (nunca uses solo tierra normal de jardín), promueve unas raíces saludables al proporcionar un equilibrio de aireación, nutrición y capacidad de retención de humedad adecuadas. Los viveros y los centros de jardinería tienen una excelente selección de sustratos para plantas de interior y exterior.
4. Riega adecuadamente tus plantas.

Como todas las plantas, las de interior necesitan un riego frecuente y completo. Riega toda la tierra y deja que el exceso de agua salga por los agujeros de la base de la maceta. Nunca dejes agua estancada en la maceta, ya que hacerlo, puede promover graves enfermedades de las raíces.
Deja que la tierra se seque antes de volver a regar. Para comprobar la humedad del suelo, introduce el dedo en la tierra. Si está muy seco, probablemente sea hora de regar. También se puede saber cómo de seca está la tierra levantando la maceta. Pesará más después de regar y estará más ligera a medida que se seque.
5. Incrementa la humedad y evita corrientes de aire.
Las condiciones interiores pueden ser muy secas y con corrientes de aire. Mantén tus plantas alejadas de la calefacción, las puertas y las ventanas abiertas. No todas las plantas necesitan de una alta humedad, pero de ser así, puedes aumentarla colocando la planta encima de un plato con agua y pequeños guijarros. Otra buena idea es situarlas en áreas naturalmente húmedas, como cocinas o baños si hay suficiente luz. Rociar las plantas aumenta la humedad solo temporalmente, además puede aumentar las posibilidades de enfermedades de las hojas. Utilizar un humidificador es probablemente la mejor opción, ya que le proporcionará a tu estancia la humedad justa y necesaria para mantener tus plantas plenamente felices.
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6. Fertiliza y controla las plagas.
El riego frecuente que requieren la mayoría de las plantas de interior, filtra los nutrientes del suelo. Estos deben ser reemplazados por fertilización regular en los meses de crecimiento. Los insectos, como los pulgones, cochinillas y moscas blancas, pueden ser problemáticos en interiores. Inspecciona regularmente tus plantas de interior en busca de signos de plagas de insectos y trátalas cuando sea necesario.
7. Mantén las hojas de tus plantas limpias.

Observa tu planta diariamente para comprobar si existen plagas o parásitos. El polvo que se acumula en las hojas de las plantas de interior impide el paso de la luz y puede albergar insectos. Limpia las hojas frotándolas con una toalla húmeda o, en épocas muy calurosas, lleva las plantas al aire libre o a la ducha y lávalas.
8. ¡Cuidado con las mascotas!
A algunos animales como los gatos, les encanta rascar la tierra o mordisquear las hojas para purgarse. Esto hace que las plantas sufran. Además, algunas plantas pueden ser tóxicas para nuestras mascotas, por tanto es mejor asegurarse de colocarlas en un lugar que no esté al alcance de nuestro animal o que le resulte de difícil acceso.
¿Y tú, tienes algún tip o consejo infalible para cuidar de tus plantas de interior? ¡Anímate a compartirlo en los comentarios!
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